Fattoria Pagano
Todo empezó en 2001 a partir de una idea clarividente de mi padre, Antonio Pagano: dar a conocer en el mundo el Falerno del Massico. Muy pocas personas saben que Falerno del Massico es descendiente del famoso vino.
Roman Falernum, que fue considerado entre los mejores tintos de la historia por los emperadores y patricios de Roma. Sin embargo, a pesar de su extraordinaria fama en la antigüedad, con la decadencia del Imperio Romano y su posterior caída se perdieron vestigios de este vino legendario. El redescubrimiento de la zona de producción de la zona de Monte Massico comenzó en el siglo XIX, pero sólo en los últimos 40 años algunos productores locales decidieron recuperar la gran tradición proponiendo un vino que pudiera recordar el famoso néctar del tiempos de los antiguos romanos. Así nació el redescubrimiento de un gran terruño y de un vino que hoy se sitúa legítimamente entre las mejores excelencias de la enología de Campania. Antonio es uno de los pioneros de este proyecto, dictado únicamente por el amor a su tierra y yo, siendo su hijo, me embargó su pasión y juntos creamos el proyecto. Nuestra empresa está dividida en dos áreas territoriales diferentes: Caserta e Irpinia.
En la zona de Caserta, nuestros viñedos se extienden en dos terrazas bajo el municipio de Casale di Carinola (CE), desde donde se puede disfrutar de un panorama único, desde el que se vislumbra Ischia, Procida y el Golfo de Gaeta. Se alternan viñedos de Aglianico, Piedirosso y Falanghina, plantados en 2002, 2003 y 2004, junto a viñedos antiguos preexistentes que producen variedades locales de uvas blancas y tintas desde hace más de 70 años. La altitud está entre 270 my 300 m sobre el nivel del mar, detrás del volcán extinto de Roccamonfina y en línea recta a unos 5 km del mar. La presencia del terreno volcánico y la proximidad al mar crean un equilibrio geoclimático fundamental para la elaboración de nuestros vinos. La notable oscilación térmica entre el día y la noche estimula la síntesis de precursores olfativos y gustativos, que dan a nuestros vinos su huella esencial. En Irpinia, sin embargo, se cultivan dos variedades autóctonas que integran la gama de nuestros productos: Greco di Tufo y Fiano di Avellino.
Las zonas de viñedo son Tufo y Lapio respectivamente; Aquí la altitud oscila entre 500 y 600 metros y el suelo se caracteriza por la presencia de arcilla y piedra caliza y cuenta con una exposición sur/oeste. Esta área representa el terroir de excelencia para la elaboración de los dos vinos blancos que siempre lo han caracterizado este maravilloso rincón del mundo